La pista proporciona una experiencia visual única en cualquier nivel de energía, desde “cargando” hasta el nivel máximo. Todos los colores desplegados por sus baldosas interactúan continuamente entre los bailarines, permitiendo que cada acción individual contribuya a la experiencia colectiva.
La pista de baile está formada por baldosas de 65x65 cm cada una, con un sistema mecánico que une todas entre si, haciendo posible configurar la pista en cualquier tamaño. Los diferentes colores de los LED hace visible el nivel de energía generada. Incorpora también un medidor de energía que anima a todos los que están disfrutando en la pista a alcanzar el nivel máximo de energía.
Esto quiere decir que los bailarines son constantemente conscientes de la relación existente entre sus movimientos y el resultado de estos, la sostenibilidad de la pista de baile. Este medidor dispne de dos opciones, uno en forma de torre que publica porcentajes de producción (25%,50%,75% y 100%) y otro por medio del control de los colores de la pista.
Existen varias experiencias en Holanda. Por un lado se han instalado para fiestas o eventos puntuales pero también hay ya varios clubes que se han atrevido a instalar el sistema con mucho éxito y en la mayoría de los casos complementados con otras acciones como el reciclaje casi total de todos los desperdicios producidos por el establecimiento, el uso del agua de los sanitarios mediante la recolección de agua de lluvia, calefacción mediante los altavoces, equipo de música y ordenadores….todo ello para hacer de las pistas de bailes un aliado con el medio ambiente.
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